¿Has estado bailando salsa
por un tiempo, pero quieres
ser mejor? ¿Sientes que tus
movimientos son predecibles?
¿Tu compañera lee tus
movimientos antes de que los
hagas? ¿No hay suficiente
variedad en tu repertorio?
¿Una necesidad creativa
invade tu cuerpo? ¿Sabes que
ciertos movimientos son
posibles, pero por alguna
razón la ejecución te
resulta difícil? ¿O es tu
deseo más fundamental y sólo
quieres ser mejor en esto de
la salsa?Vamos bien hasta
ahora. Entonces, ¡hagámoslo!
Encontremos ayuda. Ah, ¿ya
lo has probado? Le has
preguntado a algunos de tus
amigos, pero no funcionó
demasiado. Y ahora estás más
confundido que nunca. Parece
que necesitas ayuda. Bueno,
¿qué te parece una clase o
dos? Encuentra un
instructor, alguien que sepa
las cosas que quieres
aprender y consigue que esa
persona te enseñe esas
cosas. Encontrar un profesor
no es muy dificil ¿Pero
qué es lo que ofrecen, y más
importante, qué deberías
buscar en un instructor de
baile?
Mi consejo es que
consideres cuatro
características importantes
cuando buscas un instructor
de baile. Estas son vitales.
Primero y principal, un
instructor debe tener
habilidad para
enseñar. El
instructor debe poder llevar
al estudiante a la meta
propuesta. Esto significa
que él debe ser capaz de
describir, explicar e
ilustrar. También, el
instructor debe tener la
habilidad de demostrar qué
se supone que hagan los
estudiantes, y transferir
esa información
correctamente a los
estudiantes.
En segundo lugar, el
instructor debe tener un
buen conocimiento de
los pasos, la técnica y el
estilo. Esto
significa que el instructor
debe ser capaz de tomar esos
dificultosos elementos del
baile y reducirlos a simples
pasos, relacionarlos con
otros movimientos y/o
demostrar la similaridad
entre unos pasos y otros.
En tercer lugar, el
instructor debe tener
buen trato con la gente.
Debe ser capaz de
relacionarse con los
estudiantes, disfrutar el
trabajo con ellos y ser
capaz de trabajar con
diferentes personas que
tengan diferentes
capacidades a la hora de
bailar.
Y cuarto, por supuesto,
el instructor debe
tener el deseo de enseñar.
Él debe tener la actitud, el
interés y la habilidad de
traducir los pasos de salsa,
el estilo y todos sus
elementos en una forma,
formato o contenido que el
estudiante pueda comprender,
junto con el deseo innato de
hacerlo.
Adicionalmente, el o ella
debe ser paciente y apoyar
al estudiante. La paciencia
es una habilidad que el
instructor debe tener. Es
frustrante para el profesor
y el estudiante cuando hay
problemas explicando o
cuando el alumno no puede
entender algo que se
explica. La meticulosidad es
de gran importancia para que
el proceso de aprendizaje
sea próspero. Busca
al instructor que espera que
lo hagas bien, que haga que
te esfuerces. El
instructor que ofrece
críticas constructivas
generalmente va a demandar
más de su estudiante y como
resultado, llevarlo a la
excelencia. Después
de todo, la razón para ir a
clase es para aprender los
“cómo y qué” del baile.
También, el profesor debe
estar bien informado sobre
las actividades relacionadas
con la Salsa que haya en la
ciudad. Buscas una persona
que esté involucrada con la
Salsa.
Cerrando, recuerda que el
ambiente de la clase debe
llenar todas tus
expectativas. La Salsa se
enseña en diferentes
maneras. Las clases
pueden ser en grupo,
privadas, de un sólo nivel
de aprendizaje o de varios.
Las metas en la enseñanza
varían dependiendo del tipo
de danza que estudies. Las
metas de las clases básicas
de muchos tipos de danzas
pueden ser sólo para enseñar
los pasos básicos y para
asegurarse que todos se
diviertan, mientras que las
metas de una clase avanzada
pueden ser enseñar un paso
específico en cada sesión.
Pregúntale al profesor
acerca de los objetivos de
la clase. Haz una prueba de
la clase, fíjate si te
gusta, pregúntale a los
otros estudiantes qué cosas
les gustan y cuáles no.
Ellos estarán en tu misma
posición así que no tienes
nada que perder.
Por último, recuerdo
haber leído que el
ingrediente más importante
en cualquier clase es el
estudiante. Después de todo,
el propósito de cualquier
clase de baile es aprender,
para que el estudiante sea
capaz de bailar tan bien
como el profesor, o mejor
que él.
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