Danza del vientre
Danza del vientre
La danza del vientre es una danza oriental de las más
antiguas que existen. Combina elementos de Oriente Medio junto con otros
del Norte de África.
En árabe se la conoce como raqs sharqi رقص شرقي ("danza de oriente") o
en ocasiones raqs baladi رقص بلدي (danza "nacional" o "folk"). Es
probable que el origen del término "raqs sharqi" se encuentre en Egipto.
El Raks Baladi es una danza muy elemental, prácticamente sin
desplazamientos y con movimientos principalmente de cadera. A la
evolución de esta danza se la llama danza del vientre o Raks Sharki en
egipcio.
El término "belly dancing" (en español 'danza del vientre') es según
algunos una mala transcripción o transliteración del vocablo que designa
el estilo de danza Beledi o Baladi y suele atribuirse a Sol Bloom,
director de espectáculos en la Feria Universal de Chicago de 1893.
El Raks Sharki incluye movimientos del folklore egipcio, danza clásica y
contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de
todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de la cadera.
En Turquía, a la danza del vientre se la conoce como Gobek Dans o
Rakasse (ritmo turco).
Origen
El origen exacto de esta forma de baile es motivo de
constante debate entre los aficionados a la danza, debido principalmente
a la escasa investigación llevada a cabo al respecto. La mayoría de los
estudios los han realizado los propios bailarines, en un intento por
entender sus orígenes. No obstante, suele pasarse por alto que gran
parte de la danza en Oriente Medio surge en el contexto social, no tanto
en el de las representaciones en clubes nocturnos a cargo de bailarinas
profesionales, entorno éste más visible y glamuroso. Esto ha provocado
una importante confusión en cuanto a la verdadera naturaleza de este
baile, dando lugar a teorías contradictorias en un intento por explicar
sus orígenes.
Estas son algunas de las teorías existentes:
desciende de las danzas del antiguo Egipto
procede de un baile de tipo religioso que practicaban antiguamente las
sacerdotisas de los templos
formaba parte de las prácticas tradicionales de alumbramiento en la
region/es de origen.
se había extendido gracias a las migraciones de los pueblos gitanos y de
grupos similares, de origen hindú.
De todas ellas, rara vez se hace alusión a la primera, a pesar de que
cuenta con el apoyo de personalidades como el bailarín egipcio Doctor Mo
Geddawi promocionándola. El principal apoyo de esta teoría tiene su
explicación en las semejanzas entre las poses del arte egipcio y los
movimientos del baile en su vertiente moderna.
La teoría más conocida es la que la asocia con un baile religioso, a la
que se suele hacer referencia en los principales artículos sobre el tema
y que goza de mayor publicidad.
La teoría que la asocia a las "prácticas de alumbramiento" en virtud de
una serie de movimientos del Raqs Sharqi moderno. Es refrendada y
extendida por el bailarín marroquí y aficionado a la antropología
conocido también como Carolina Varga Dinicu y tiene que ver con la
revisión de los movimientos que se han venido utilizando para ilustrar o
facilitar el alumbramiento. A pesar de que dicha teoría carece de un
"punto de origen", sí que cuenta con numerosas referencias históricas de
tipo oral, además de que aparece citada en un comentario de la obra The
Dancer of Shamahka.
Dos cuestiones sugieren la danza gitana como su origen. Se cree que los
pueblos gitanos y otros grupos humanos similares, pudieron importar esta
forma de baile en sus desplazamientos o adoptarlo sobre la marcha y
difundirlo. Gracias a la fusión de las formas gitanas de baile con el
Raqs Sharqi, estas teorías disfrutan de mayor popularidad en Occidente
de la que tendrían necesariamente en sus países de origen - si bien esto
puede deberse en parte a los prejuicios existententes sobre estos
pueblos.
Sea cual sea el origen, la danza posee una larga tradición en Oriente
Medio. A pesar de las restricciones que impone el Islam en cuanto a la
representación pictórica de seres humanos, existen algunas muestras de
ello en todo el mundo islámico. Libros como The Art and Architecture of
Islam 650-1250 muestran imágenes de las bailarinas en muros palaciegos,
al igual que sucede con las pinturas en miniatura persas de los siglos
XII y XIII.
Fuera de Oriente Medio, el baile del raqs sharqi se hizo popular durante
el movimiento romántico de los siglos XVIII y XIX, con la representación
que los artistas orientalistas hacían de la vida de harén del Imperio
Otomano. En esa época, bailarinas de distintos países del medio oriente
comenzaron a mostrar estas danzas en distintas Ferias Universales, a
menudo atrayendo casi más público que la propia exhibición tecnológica.
Los comienzos del cine recogen a algunas de estas bailarinas, como es el
caso de la película "Fatima's Dance", de amplia distribución en las
salas de la época. Sin embargó se ganó fuertes críticas por su
"indecencia", llegando finalmente incluso a censurarse por presión
popular.
Algunas mujeres occidentales comenzaron a aprender e imitar la danza de
Oriente Medio, que en aquel momento era objeto de colonización por parte
de naciones europeas. El ejemplo más conocido es de Mata Hari, que a
pesar de fingir ser una bailarina de la Isla de Java, se acercaba más a
las formas de danza del medio oriente que a las de Indonesia. Por este y
otros motivos, a principios del siglo XX, en América y Europa la idea
popular llevaba a dar por supuesto que estas bailarinas eran mujeres de
moral dudosa.
Históricamente, en la mayoría de los bailes vinculados a la danza
oriental había separación de sexos; los hombres con los hombres y las
mujeres con las mujeres. Hay pocas muestras de baile mixto. Esta
práctica pretendía garantizar que una "buena" mujer no fuera vista
bailando con nadie que no fuera su marido, su familia más cercana o sus
amigas.
Hoy en día, la separación de sexos no se practica de forma tan estricta
en las zonas urbanas y en ocasiones tanto hombres como mujeres salen y
bailan en reuniones sociales de tipo mixto con amigos íntimos. No
obstante, a pesar que este baile social en circunstancias aceptables se
considera correcto e incluso se fomenta, para muchos en Oriente Medio y
el Norte de África consideran que las actuaciones con bailarines
profesionales con trajes provocativos y para un público mixto es algo
moralmente cuestionable. Algunos llegan hasta el punto de sugerir que se
prohiban esta clase de representaciones.
Puesto que el lugar en el que suele desarrollarse este baile suelen ser
establecimientos nocturnos, unido a la proliferación de grabaciones en
video y DVD de famosas bailarinas, es esta versión mundana de la danza
en lugar de la social o folclórica la que goza de mayor popularidad.
Descripción de la danza
La danza oriental ha sido tradicionalmente folklórica improvisada por
una sola bailarina, aunque ahora pueden verse espectáculos con
coreografía y varias bailarinas. Se caracteriza por sus movimientos
suaves y fluidos, disociando y coordinando a la vez las diferentes
partes del cuerpo. Por ejemplo, los brazos pueden ir a un ritmo
diferente del que va marcando la cadera. La atención se centra
principalmente en la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos
y lentos y se enfatiza en los músculos abdominales, con movimientos de
pecho y hombros así como con brazos serpenteantes.
A lo largo de los años, se han ido incluyendo algunos elementos
tradicionales para "adornar" este tipo de baile, como por ejemplo:
velos, sable, bastón, velas, crótalos, ... Algunos hombres pueden
realizar esta danza, lo cual para algunos puede ser extraño, debido a
que la danza es especialmente hecha por mujeres.
Atuendo
El atuendo con el que se suele asociar este baile se llama bedlah en
árabe, que significa "uniforme" y lo adoptaron los bailarines de Egipto
en la década de 1930, desde donde se extendió a otros países de la zona.
Su creación se debe al Vaudeville con sus representaciones fantasiosas
del harén, al género burlesco y a Hollywood a finales del siglo pasado,
más que al verdadero atuendo tradicional de Oriente Medio. Consiste
principalmente en un top o sujetador ajustado (normalmente adornado con
cuentas o monedas), un cinturón ajustado a la cadera (también con
monedas o cuentas) y medias que incluyen pantalones y/o faldas tipo
harén, que pueden ser lisas, a capas, etc.
También se ha extendido el uso de otros elementos como el velo, para
enmarcar los movimientos. Las bailarinas egipcias, normalmente lo
utilizan únicamente al comienzo de su rutina de baile, mientras que en
Occidente puede usarse durante toda la representación.
La salud y la danza oriental
Los beneficios de la danza oriental son tanto físicos como mentales. El
baile es un buen ejercicio cardiovascular, ayuda a mejorar tanto la
flexibilidad como la fuerza. Se centra principalmente en los músculos
del torso, si bien también mejora la fuerza en las piernas. Muchos
estilos de baile hacen hincapié en trabajar de forma aislada los
músculos, enseñando a mover varios músculos o grupos musculares de forma
independiente. Las rutinas que incorporan el velo también fortalecen los
brazos, los hombros y el tronco superior en general, mientras que los
crótalos aumentan la fuerza de los dedos, trabajándolos uno a uno. La
danza oriental es apropiada para todas las edades y para personas de
cualquier constitución, siendo el bailarín quien controla el nivel de
exigencia física. Se recomienda consultar a un médico antes de empezar a
practicarla, al igual que con cualquier otro programa de ejercicio. Para
muchos de sus defensores es beneficiosa para la mente, ya que fomenta la
autoestima, mejora el grado de bienestar de quienes disfrutan
practicándolo regularmente.
Algunos médicos lo recomiendan a sus pacientes para recuperarse del
parto, así como preparación para el mismo, ya que los movimientos
fortalecen y aportan tono muscular a la zona pélvica. [1]
La danza oriental y la pérdida de peso
Aparte de ser una manifestación artística, la danza oriental se ha
adaptado como programa de ejercicio. Al tratarse de un entrenamiento
cardiovascular completo y fortalecer los músculos abdominales, está
ganando popularidad entre hombres y mujeres que desean perder peso,
ganar flexibilidad y firmeza y perder barriga de forma rápida. Una
sesión intensa de sesenta minutos puede quemar alrededor de 330
calorías.
La danza del vientre en la cultura popular
Numerosos videos musicales han recurrido a coreografías inspiradas en la
danza oriental. Artistas como Aaliyah, Beyoncé, Rihanna, Nelly Furtado y
Jessica Simpson la han incluido en algunos de sus videoclips, si bien es
con la artista colombiana de origen libanés Shakira con quien más suele
asociarse.
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