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Historia de la danza del vientre.
(información procedente de la Wikipedia)






Danza del vientre
 

Danza del vientre

La danza del vientre es una danza oriental de las más antiguas que existen. Combina elementos de Oriente Medio junto con otros del Norte de África.

En árabe se la conoce como raqs sharqi رقص شرقي ("danza de oriente") o en ocasiones raqs baladi رقص بلدي (danza "nacional" o "folk"). Es probable que el origen del término "raqs sharqi" se encuentre en Egipto. El Raks Baladi es una danza muy elemental, prácticamente sin desplazamientos y con movimientos principalmente de cadera. A la evolución de esta danza se la llama danza del vientre o Raks Sharki en egipcio.

El término "belly dancing" (en español 'danza del vientre') es según algunos una mala transcripción o transliteración del vocablo que designa el estilo de danza Beledi o Baladi y suele atribuirse a Sol Bloom, director de espectáculos en la Feria Universal de Chicago de 1893.

El Raks Sharki incluye movimientos del folklore egipcio, danza clásica y contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de la cadera.

En Turquía, a la danza del vientre se la conoce como Gobek Dans o Rakasse (ritmo turco).


Origen

El origen exacto de esta forma de baile es motivo de constante debate entre los aficionados a la danza, debido principalmente a la escasa investigación llevada a cabo al respecto. La mayoría de los estudios los han realizado los propios bailarines, en un intento por entender sus orígenes. No obstante, suele pasarse por alto que gran parte de la danza en Oriente Medio surge en el contexto social, no tanto en el de las representaciones en clubes nocturnos a cargo de bailarinas profesionales, entorno éste más visible y glamuroso. Esto ha provocado una importante confusión en cuanto a la verdadera naturaleza de este baile, dando lugar a teorías contradictorias en un intento por explicar sus orígenes.

Estas son algunas de las teorías existentes:

desciende de las danzas del antiguo Egipto
procede de un baile de tipo religioso que practicaban antiguamente las sacerdotisas de los templos
formaba parte de las prácticas tradicionales de alumbramiento en la region/es de origen.
se había extendido gracias a las migraciones de los pueblos gitanos y de grupos similares, de origen hindú.
De todas ellas, rara vez se hace alusión a la primera, a pesar de que cuenta con el apoyo de personalidades como el bailarín egipcio Doctor Mo Geddawi promocionándola. El principal apoyo de esta teoría tiene su explicación en las semejanzas entre las poses del arte egipcio y los movimientos del baile en su vertiente moderna.

La teoría más conocida es la que la asocia con un baile religioso, a la que se suele hacer referencia en los principales artículos sobre el tema y que goza de mayor publicidad.

La teoría que la asocia a las "prácticas de alumbramiento" en virtud de una serie de movimientos del Raqs Sharqi moderno. Es refrendada y extendida por el bailarín marroquí y aficionado a la antropología conocido también como Carolina Varga Dinicu y tiene que ver con la revisión de los movimientos que se han venido utilizando para ilustrar o facilitar el alumbramiento. A pesar de que dicha teoría carece de un "punto de origen", sí que cuenta con numerosas referencias históricas de tipo oral, además de que aparece citada en un comentario de la obra The Dancer of Shamahka.

Dos cuestiones sugieren la danza gitana como su origen. Se cree que los pueblos gitanos y otros grupos humanos similares, pudieron importar esta forma de baile en sus desplazamientos o adoptarlo sobre la marcha y difundirlo. Gracias a la fusión de las formas gitanas de baile con el Raqs Sharqi, estas teorías disfrutan de mayor popularidad en Occidente de la que tendrían necesariamente en sus países de origen - si bien esto puede deberse en parte a los prejuicios existententes sobre estos pueblos.

Sea cual sea el origen, la danza posee una larga tradición en Oriente Medio. A pesar de las restricciones que impone el Islam en cuanto a la representación pictórica de seres humanos, existen algunas muestras de ello en todo el mundo islámico. Libros como The Art and Architecture of Islam 650-1250 muestran imágenes de las bailarinas en muros palaciegos, al igual que sucede con las pinturas en miniatura persas de los siglos XII y XIII.

Fuera de Oriente Medio, el baile del raqs sharqi se hizo popular durante el movimiento romántico de los siglos XVIII y XIX, con la representación que los artistas orientalistas hacían de la vida de harén del Imperio Otomano. En esa época, bailarinas de distintos países del medio oriente comenzaron a mostrar estas danzas en distintas Ferias Universales, a menudo atrayendo casi más público que la propia exhibición tecnológica. Los comienzos del cine recogen a algunas de estas bailarinas, como es el caso de la película "Fatima's Dance", de amplia distribución en las salas de la época. Sin embargó se ganó fuertes críticas por su "indecencia", llegando finalmente incluso a censurarse por presión popular.

Algunas mujeres occidentales comenzaron a aprender e imitar la danza de Oriente Medio, que en aquel momento era objeto de colonización por parte de naciones europeas. El ejemplo más conocido es de Mata Hari, que a pesar de fingir ser una bailarina de la Isla de Java, se acercaba más a las formas de danza del medio oriente que a las de Indonesia. Por este y otros motivos, a principios del siglo XX, en América y Europa la idea popular llevaba a dar por supuesto que estas bailarinas eran mujeres de moral dudosa.

Históricamente, en la mayoría de los bailes vinculados a la danza oriental había separación de sexos; los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres. Hay pocas muestras de baile mixto. Esta práctica pretendía garantizar que una "buena" mujer no fuera vista bailando con nadie que no fuera su marido, su familia más cercana o sus amigas.

Hoy en día, la separación de sexos no se practica de forma tan estricta en las zonas urbanas y en ocasiones tanto hombres como mujeres salen y bailan en reuniones sociales de tipo mixto con amigos íntimos. No obstante, a pesar que este baile social en circunstancias aceptables se considera correcto e incluso se fomenta, para muchos en Oriente Medio y el Norte de África consideran que las actuaciones con bailarines profesionales con trajes provocativos y para un público mixto es algo moralmente cuestionable. Algunos llegan hasta el punto de sugerir que se prohiban esta clase de representaciones.

Puesto que el lugar en el que suele desarrollarse este baile suelen ser establecimientos nocturnos, unido a la proliferación de grabaciones en video y DVD de famosas bailarinas, es esta versión mundana de la danza en lugar de la social o folclórica la que goza de mayor popularidad.


Descripción de la danza

La danza oriental ha sido tradicionalmente folklórica improvisada por una sola bailarina, aunque ahora pueden verse espectáculos con coreografía y varias bailarinas. Se caracteriza por sus movimientos suaves y fluidos, disociando y coordinando a la vez las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, los brazos pueden ir a un ritmo diferente del que va marcando la cadera. La atención se centra principalmente en la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos y lentos y se enfatiza en los músculos abdominales, con movimientos de pecho y hombros así como con brazos serpenteantes.

A lo largo de los años, se han ido incluyendo algunos elementos tradicionales para "adornar" este tipo de baile, como por ejemplo: velos, sable, bastón, velas, crótalos, ... Algunos hombres pueden realizar esta danza, lo cual para algunos puede ser extraño, debido a que la danza es especialmente hecha por mujeres.


Atuendo

El atuendo con el que se suele asociar este baile se llama bedlah en árabe, que significa "uniforme" y lo adoptaron los bailarines de Egipto en la década de 1930, desde donde se extendió a otros países de la zona. Su creación se debe al Vaudeville con sus representaciones fantasiosas del harén, al género burlesco y a Hollywood a finales del siglo pasado, más que al verdadero atuendo tradicional de Oriente Medio. Consiste principalmente en un top o sujetador ajustado (normalmente adornado con cuentas o monedas), un cinturón ajustado a la cadera (también con monedas o cuentas) y medias que incluyen pantalones y/o faldas tipo harén, que pueden ser lisas, a capas, etc.

También se ha extendido el uso de otros elementos como el velo, para enmarcar los movimientos. Las bailarinas egipcias, normalmente lo utilizan únicamente al comienzo de su rutina de baile, mientras que en Occidente puede usarse durante toda la representación.


La salud y la danza oriental

Los beneficios de la danza oriental son tanto físicos como mentales. El baile es un buen ejercicio cardiovascular, ayuda a mejorar tanto la flexibilidad como la fuerza. Se centra principalmente en los músculos del torso, si bien también mejora la fuerza en las piernas. Muchos estilos de baile hacen hincapié en trabajar de forma aislada los músculos, enseñando a mover varios músculos o grupos musculares de forma independiente. Las rutinas que incorporan el velo también fortalecen los brazos, los hombros y el tronco superior en general, mientras que los crótalos aumentan la fuerza de los dedos, trabajándolos uno a uno. La danza oriental es apropiada para todas las edades y para personas de cualquier constitución, siendo el bailarín quien controla el nivel de exigencia física. Se recomienda consultar a un médico antes de empezar a practicarla, al igual que con cualquier otro programa de ejercicio. Para muchos de sus defensores es beneficiosa para la mente, ya que fomenta la autoestima, mejora el grado de bienestar de quienes disfrutan practicándolo regularmente.

Algunos médicos lo recomiendan a sus pacientes para recuperarse del parto, así como preparación para el mismo, ya que los movimientos fortalecen y aportan tono muscular a la zona pélvica. [1]


La danza oriental y la pérdida de peso

Aparte de ser una manifestación artística, la danza oriental se ha adaptado como programa de ejercicio. Al tratarse de un entrenamiento cardiovascular completo y fortalecer los músculos abdominales, está ganando popularidad entre hombres y mujeres que desean perder peso, ganar flexibilidad y firmeza y perder barriga de forma rápida. Una sesión intensa de sesenta minutos puede quemar alrededor de 330 calorías.


La danza del vientre en la cultura popular

Numerosos videos musicales han recurrido a coreografías inspiradas en la danza oriental. Artistas como Aaliyah, Beyoncé, Rihanna, Nelly Furtado y Jessica Simpson la han incluido en algunos de sus videoclips, si bien es con la artista colombiana de origen libanés Shakira con quien más suele asociarse.
 





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