Muchos de nosotros utilizamos el número de
movimientos que sabemos para medir cuán buenos
somos bailando. Si sabemos muchos movimientos
somos “buenos”, y si no sabemos muchos somos
“malos”. Esto es un error que no nos deja
observar bien las cosas fundamentales para ser
un buen bailarín, y encima se interpone en
nuestro camino de pasarla bien mientras
bailamos.Es entendible por qué cometemos este
error: aspectos fundamentales de un buen
bailarín tales como el balance, el ritmo y
mantener la conexión con tu compañero son
difíciles de medir en número. Es mucho más
fácil medir nuestro progreso comparando cuántos
movimientos sabemos ahora comparados a cuántos
sabíamos cuando empezamos. Tomamos clases que
nos enseñan algunos de esos pasos, y los
aspectos básicos los dejamos de lado en nuestra
carrera de añadir más movimientos a nuestro
repertorio.
El ejemplo más gráfico de esto puede ser
visto en los que ni siquiera han aprendido cómo
realizar los pasos básicos o cómo bailar con
ritmo. Esto se puede ver en muchos bailarines
que hacen muchas vueltas y pasos pero bailan
fuera de ritmo y, muchas veces, desconectados
completamente con su pareja.
Entonces, ¿cuáles son esas cosas en las que
los buenos bailarines pueden fallar? Aquí les
dejo una lista de las cosas a prestar atención:
- Pasos suaves: la salsa
es muy diferente a los demás tipos de baile,
en los cuales el movimientos de “arriba y
abajo” es más limitado cuando uno hace los
pasos básicos. No es para decir que no
puedes ponerle “sabor” a la parte alta de tu
cuerpo, de hecho, es lo que hacen los
mejores bailarines de salsa, pero no rebotan
(excepto en algunos movimientos casino
rueda) cuando bailan. No rebotan. ¿Mencioné
que no rebotan?
- Ritmo: a menos que sean
músicos, la mayoría de los principiantes
miran mal a sus profesores cuando estos
empiezan a hablar de los aspectos técnicos
del ritmo. No es tan difícil de entender
como puede parecer al principio, así que
aquí les doy una rápida explicación:La salsa
tiene un tempo regular, y normalmente se
cuenta en cuatro pulsos por compás. Si le
ponemos números a esos pulsos en el compás
del 1 al 4, entonces (para el estilo de Los
Ángeles) son los pulsos impares (1 y 3) los
que son más marcados. La persona que lleva
la pareja empieza en el pulso número 1 y
termina en el mismo. Los compases se agrupan
en frases de 2 compases o de 8 pulsos cada
uno.
Aprende a escuchar cuando es el pulso
1 (suele ser marcado por un cambio
significante en la música) y cómo marcar los
pulsos en la música. No es necesario ser un
experto en diferenciar el pulso 1 del 3 o
saber cuándo cambian los compases para poder
bailar bien. Se puede decir, de cualquier
manera, que si no te tomas el tiempo de
aprender escuchar cuándo son los pulsos
marcados y bailar en ellos, aprender giros o
combinaciones es como aprender cómo hacer
acrobacias con un auto antes de saber
acelerar y frenar.
- Cambio de peso: evita
el “síndrome de los dedos hacia afuera”.
Cuando haces un paso hacia adelante con tu
pie izquierdo en el primer pulso (estilo de
Los Ángeles), asegurate de cambiar tu peso a
ese pie antes de cambiar tu peso al pie
izquierdo en el segundo pulso. Si no haces
esto y solamente mueves tu pierna hacia
adelante sin ponerle peso, no sentirás
completamente el ritmo de la música y
estarás duro. El mismo consejo va para los
pasos hacia atrás con tu pie izquierdo. Por
último, el “movimiento cubano” de la cadera
depende del cambio de peso.
- Movimiento cubano: como
mencioné antes, el movimiento cubano tiene
todo que ver con el cambio de peso entre tus
piernas. También tiene que ver con la manera
en la que combinas el cambio de peso con el
estiramiento y doblamiento de tus rodillas
mientras bailas. No tiene nada que
ver con un movimiento de caderas forzado.
Si tratas de tener el movimiento cubano
concentrandote en el movimiento de tus
caderas, parecerás que andas ostentando o
pavoneándote, que definitivamente no tiene
nada que ver con los movimientos de salsa.
Preguntale a tu profesor de salsa cómo
hacerlo si estás teniendo problemas, él o
ella será capaz de enseñarte rápidamente la
técnica adecuada. No es difícil, solamente
se necesita práctica.
- Tensión de los brazos:
debería haber una pequeña presión entre el
bailarín que lleva y el que sigue. Esto
significa que si el que lleva fuera a
presionar hacia adelante, se encontraría con
suficiente resistencia como para que el que
sigue sienta su cuerpo moviendose en esa
dirección, no sólo sus brazos. Si su brazo
es movido y su codo se mueve fácilmente para
romper el plano formado con la espalda, el
bailarín que sigue necesita poner un poco
más de fuerza. Si el que lleva empuja hacia
afuera, el brazo del acompañante no debería
torcerse, debería permanecer doblado en el
codo al menos como para mantener la tensión.
Un consejo para los que llevan: no hagan
daño. Tu acompañante esperan que uses su
sensibilidad para que la guies de manera
adecuada, no llevarla arrastrando por toda
la pista de baile. Por otro lado, mantiene
una pequeña pero consistente presión para
permitir a tu acompañante sentir dónde
quieres que vaya.
Entonces ahí tienen una lista, aunque algo
limitada, de cosas para prestar atención cuando
tratan de ser buenos bailarines de salsa. Sigue
aprendiendo esos movimientos y combinaciones,
pero no olviden lo que dice Yoda: buen bailarín
de salsa te convertirás, si no te olvidas de
estos principios.
Josh Remis
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