Este mes tuvimos la oportunidad de conversar con Vinatha Sreeramkumar Doctora en Biología molecular/ Bailarina profesional y coreógrafa. Con ella hablamos sobre el estrés y la tensión que se pueden haber experimentando en los últimos meses con la situación actual y conversamos sobre algo muy importante: ¿cómo cuidarnos?, cómo cuidar la salud mental y nuestro cuerpo. Vinatha nos habló de la danza como una herramienta valiosa para buscar el bienestar, la salud mental y física.
Lo que hemos vivido en los últimos meses, es una realidad atípica, que puede haberte traído momentos de mucha tensión e incertidumbre, esto sumado al hecho de que se vieron limitados los espacios que te brindarán momentos de placer. Todo esto puede estar haciendo que para ti esta sea una situación muy demandante.
Tantas demandas pueden hacerte sentir agotado, sobrepasado, exigido y sin control sobre tu realidad, todo esto puede traducirse en mucho estrés. Si bien es cierto que el estrés es una respuesta normal ante una situación que se percibe como amenazante y surge como una respuesta de defensa del cuerpo. El problema se genera cuando la situación se mantiene en el tiempo, la respuesta de estrés es sostenida, y no hay posibilidad de recuperar el equilibrio. Es ahí cuando pueden empezar a aparecer los síntomas en el cuerpo y los síntomas psicológicos. Puedes sentirte ansioso, con dificultad para concentrarte, para tomar decisiones, con cambios emocionales, y con sentimientos asociados a la tristeza, irritabilidad, enfado, palpitaciones, presión en el pecho, entre otros.
Es importante poder detectar si estás experimentando síntomas como los que mencionamos para poder hacer algún cambio que evite que permanezcas en ese estado de alarma permanente. Cuando hablamos de estrés se hace evidente la interrelación entre el cuerpo y la mente, por lo que nos vemos en la necesidad de atenderlos a los dos para poder cuidarnos.
Conversando con Vinatha nos contó como la danza es un recurso muy valioso para el cuidado del cuerpo y la mente. Nos planteó que es una herramienta que se utiliza dentro de la terapia de artes creativas para tratar enfermedades como el parkinson, la demencia, depresión, ansiedad, problemas de autoestima y cáncer, entre otras. La danza al ser un ejercicio aeróbico brinda una sensación de bienestar, sumado al hecho de que al bailar se producen endorfinas, que brindan una sensación de alegría y exaltación, a su vez que dan una sensación de estar relajado.
La danza en el tiempo se ha convertido en un recurso para el cuidado de la salud y ha llegado a formar parte de diferentes terapias debido a que es un ejercicio completo donde se está atendiendo el cuerpo y la mente a la vez. Se activan diferentes partes del cerebro para coordinar los movimientos, cuidar el equilibrio y seguir el tiempo, sumado al entrenamiento físico. Cuando haces actividades cognitivas nuevas, difíciles, donde estás aprendiendo algo nuevo, (¡como la danza!) se promueve la producción de neuronas nuevas en la zona del hipocampo. ¡La danza puede entonces prevenir la neurodegeneración!
Es una actividad que dado todo lo que se activa en el cerebro, también te permite poner el foco en una actividad y desviar la atención por un momento de la incertidumbre, el estrés y la tensión. Te puede ofrecer un tiempo en el que conectar con algo diferente. Dada la situación actual, donde los momentos placenteros han sido limitados, poder contar con una distracción que no solo te hace sentir bien sino que es una actividad integral que viene a aportar bienestar y salud, resulta aún más atractivo y valioso. Además se puede convertir en un tiempo para ti, para atenderte, cuidarte, disfrutar y descansar.
A su vez la danza puede ser un recurso para construir una comunidad y una red de apoyo, ya que puede ser una actividad social, donde acercarte a personas de tu comunidad y fuera de ella. Es por esto que también se habla de un bienestar emocional y social gracias a la danza.
¿Sabías todos los beneficios que nos puede aportar danza tanto para el cuerpo como la mente?
En estos tiempos de COVID – 19 busca abrir diferentes espacios para cuidarte. Reconoce las emociones que puedes estar sintiendo y date el espacio para sentirlas y procesarlas. Así mismo reconoce tus logros y las herramientas que has desarrollado en estos últimos meses para estar bien. Y cuando sea necesario, pide ayuda.