La danza del vientre, danza árabe o correctamente llamada Danza
Oriental (en árabe Raqs sharqi رقص شرقي), es la evolución
escénica de diversas danzas antiguas tradicionales de Oriente
Medio, junto con otros del Norte de África y Grecia, cuya
diversidad de elementos como la música, ritmos, estilo y
vestuario depende del país o la región.
El raqs baladi رقص بلدي (danza del pueblo) es una danza muy
elemental, prácticamente sin desplazamientos y con movimientos
principalmente de pelvis. La evolución de esta danza es la Danza
oriental o raqs sharqi. El raqs sharqi incluye movimientos de
folclore egipcio, danza clásica y contemporánea, con grandes
desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del
cuerpo, pero sobre todo de la pelvis. En Turquía, a la danza del
vientre se la conoce como gobek dans o rakasse (ritmo turco).
Antes de llegar a la evolución de la danza, no se puede soslayar
el significado puramente de estímulo sexual destinado al hombre
en las sociedades de esos países y región, tanto como al
agasajar invitados, como en la intimidad del harem.
En países anglosajones se ha traducido como "belly dance" (en
español 'danza del vientre'). Es una mala transcripción o
transliteración del vocablo que designa el estilo de danza
beledi o baladi y suele atribuirse a Sol Bloom, director de
espectáculos en la Exposición Universal de Chicago de 1893
ORIGEN
Se cree que el término "Danza del
vientre" proviene de aquellos primeros aventureros
occidentales en el siglo XIX que observaron por primera vez esta
danza quedando sumamente sorprendidos por los movimientos del
vientre y pélvicos que esta danza tenía en comparación de las
danzas clásicas europeas. No obstante autores como la célebre
coreógrafa e investigadora Lila Zellet, defienden que utilizar
el término "Danza del vientre" en lugar de "Danza
Oriental" (el cual es su nombre original) resulta
incorrecto debido a que actualmente esta danza engloba
movimientos muchísimo más amplios y completos que sólo los
llamativos movimientos del vientre.
El origen exacto de esta forma de baile es
motivo de constante debate entre quienes se interesan por esta
danza, debido principalmente a la escasa investigación llevada a
cabo al respecto. La mayoría de los estudios los han realizado
las propias bailarinas, en un intento por entender sus orígenes.
No obstante, suele pasarse por alto que gran parte de la danza
en Oriente Medio surge en el contexto social, no tanto en el de
las representaciones en
cabarets a cargo de bailarinas profesionales, entorno éste
más visible y glamuroso. Esto ha provocado una importante
confusión en cuanto a la verdadera naturaleza de este baile,
dando lugar a teorías contradictorias en un intento por explicar
sus orígenes.
Estas son algunas de las teorías existentes:
De todas ellas, rara vez se hace alusión a la primera, a
pesar de que cuenta con el apoyo de personalidades como el
bailarín egipcio Doctor Mo Geddawi. El principal apoyo de esta
teoría tiene su explicación en las semejanzas entre las poses
del arte egipcio y los movimientos del baile en su vertiente
moderna.
La teoría más conocida es la que la asocia con un baile
religioso, a la que se suele hacer referencia en los principales
artículos sobre el tema y que goza de mayor publicidad.
La teoría que la asocia a las "prácticas de alumbramiento" en
virtud de una serie de movimientos del Raqs Sharqi moderno es
refrendada y extendida por la bailarína marroquí y aficionada a
la antropología, conocida también como Carolina Varga Dinicu, y
tiene que ver con la revisión de los movimientos que se han
venido utilizando para ilustrar o facilitar el alumbramiento. A
pesar de que dicha teoría carece de un "punto de origen", sí que
cuenta con numerosas referencias históricas de tipo oral. Dos
puntos de vista sugieren la danza gitana como su origen. Se cree
que los pueblos gitanos y otros grupos humanos similares
pudieron importar esta forma de baile en sus desplazamientos o
adoptarlo sobre la marcha y difundirlo. Gracias a la fusión de
las formas gitanas de baile con el Raqs Sharqi, estas teorías
disfrutan de mayor popularidad en Occidente de la que tendrían
necesariamente en sus países de origen - si bien esto puede
deberse en parte a los prejuicios existentes sobre estos
pueblos. Sea cual sea el origen, la danza posee una larga
tradición en Oriente Medio y África del Norte. A pesar de las
restricciones que impone el Islam en cuanto a la representación
pictórica de seres humanos, existen algunas muestras de ello en
todo el mundo islámico. Libros como The Art and Architecture of
Islam 650-1250 muestran imágenes de las bailarinas en muros
palaciegos, al igual que sucede con las pinturas en miniatura
persas de los siglos XII y XIII.
Fuera de Oriente Medio y de África del Norte, el baile del raqs
sharqi se hizo popular durante el movimiento romántico en el
siglo XIX, con la representación que los artistas orientalistas
hacían de la vida de harén del Imperio otomano.1 En esa época,
bailarinas de distintos países del Oriente Medio comenzaron a
mostrar estas danzas en distintas Ferias Universales, a menudo
atrayendo casi más público que la propia exhibición tecnológica.
Los comienzos del cine recogen la actuación de algunas de estas
bailarinas, como es el caso del cortometraje "Fatima's Dance"
(1902), de amplia distribución en las salas de la época. Sin
embargo, se ganó fuertes críticas por su indecencia, llegando
finalmente incluso a censurarse por presión popular. Algunas
mujeres occidentales empezaron a aprender e imitar la danza de
Oriente Medio, que en aquel momento era objeto de colonización
por parte de naciones europeas. Los ejemplos más conocidos son
el de Carmen Tórtola Valencia y el de Mata Hari, que a pesar de
fingir ser una bailarina de la Isla de Java, se acercaba más a
las formas de danza del Oriente Medio que a las de Indonesia.
Por este y otros motivos, a principios del siglo XX, en América
y Europa la idea popular llevaba a dar por supuesto que estas
bailarinas eran mujeres de moral dudosa. Fue a mediados del
siglo XX cuando la danza empieza a popularizarse a nivel
internacional, sobre todo en Estados Unidos, gracias a la labor
de divulgación que hicieron artistas como la española Dalilah,
que organizó por primera vez viajes para que las estudiantes
pudieran conocer a las bailarinas míticas de Egipto y preparó
los primeros seminarios junto al coreógrafo Mahmoud Reda fuera
del país de las pirámides.2 Hoy en día, la separación de sexos
no se practica de forma tan estricta en las zonas urbanas, y en
ocasiones tanto hombres como mujeres salen y bailan en reuniones
sociales de tipo mixto con amigos íntimos. No obstante, a pesar
que este baile social en circunstancias aceptables se considera
correcto e incluso se fomenta, muchas personas en Oriente Medio
y en el Norte de África consideran que las actuaciones con
bailarines profesionales con trajes provocativos y para un
público mixto son algo moralmente cuestionable. Algunas llegan
hasta el punto de sugerir que se prohíban esta clase de
representaciones. Puesto que el lugar en el que suele
desarrollarse este baile suelen ser establecimientos nocturnos,
unido a la proliferación de grabaciones en vídeo y DVD de
famosas bailarinas, es esta versión mundana de la danza en lugar
de la social o folclórica la que goza de mayor popularidad.
DESCRIPCIÓN DE LA DANZA
La danza oriental ha sido tradicionalmente folclórica,
improvisada por una sola bailarina, aunque ahora pueden verse
espectáculos con coreografía y varias bailarinas. Se caracteriza
por sus movimientos suaves y fluidos, disociando y coordinando a
la vez las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, los brazos
pueden ir a un ritmo diferente del que va marcando la cadera. La
atención se centra principalmente en la cadera y el vientre,
alternando movimientos rápidos y lentos y se enfatiza en los
músculos abdominales, con movimientos de pecho y hombros, así
como con brazos serpenteantes. Los movimientos ondulatorios,
rotativos, que por lo general son lentos simbolizan la tristeza;
en cambio con los movimientos rápidos, golpes y vibraciones la
bailarina expresa alegría. Todos los movimientos de esta danza
se relacionan con la naturaleza, por ejemplo, las plantas de los
pies se apoyan bien sobre el suelo, lo cual simboliza la tierra,
o también cuando la bailarina extiende sus brazos siempre forman
una semi U y nunca están caídos, esto simboliza a las aves. En
un comienzo las bailarinas árabes se perfumaban las muñecas para
que al bailar y al mover sus manos se perfumaran ellas mismas y
a su público. En esa época no existían perfumes, por lo que
utilizaban aceites. Esta danza se ha clasificado en danza
tradicional y danza de fantasía; las danzas tradicionales o
folclóricas tienen características singulares, sus vestuarios
son diferentes dependiendo la región de origen, y la ejecución
de movimientos también lo es. El estilo de fantasía, al paso del
tiempo se ha visto enriquecido con algunos elementos cuyo
objetivo es demostrar la destreza de la bailarina al
ejecutarlos, los velos, sables, velas, crótalos, alas de isis,
abanicos de seda, cuerdas o serpientes solo son algunos
elementos que ayudan a hacer más vistosa y atractiva la
ejecución de esta danza enigmática y sinuosa. Esta danza es
característica de las mujeres; como su origen se remonta a las
celebraciones de fertilidad, elementos de la naturaleza o
religiosos; a través del tiempo, algunos caballeros se han hecho
partícipes en los estilos de fantasía, recordemos que en la
danza oriental folclórica también existen danzas que sólo pueden
realizar los hombres. Para cada elemento hay un ritmo, y para
cada canción una técnica, aunque muchos artistas modernos, como
Hakim o Shakira, hayan popularizado esta danza con todo tipo de
modificaciones en su música, desde el pop hasta la electrónica.
Los grandes bailarines se decantan más por la técnica clásica
usada en los países del Oriente Medio, tanto es así que la
innovación en la ejecución de ésta es lo que prima en los
festivales de Danza Oriental realizados en el Cairo, uno de los
más populares es el organizado por la bailarina Raquia Hassam,
el Festival Ahlan Wa Sahlan. Sin embargo, artistas míticas como
Sohair Zaki se posicionan en contra de lo que se vende en estos
festivales, afirmando que convierten la danza en gimnasia y que
no hay oído musical ni sentimiento, que debería ser lo más
importante en el arte de la danza oriental. Bellydance, danza
oriental o Raks Sharki, es una disciplina que desde hace unos
años ha ganado mucha popularidad en occidente pero que viene de
una milenaria tradición oriental. La gran sensualidad de la
danza y sus efectos beneficiosos sobre el cuerpo femenino
producen una suerte de liberación física y espiritual que han
provocado este boom de academias, profesoras y practicantes de
la danza oriental. Una variante de la danza oriental o modalidad
de la misma sería la Danza del Vientre Tribal. Surge en Estados
Unidos y es producto de la fusión de los ritmos propios de la
danza oriental de varios países del norte de África, Oriente
Medio y Sur de África, con elementos de flamenco y danza hindú.
Se puede bailar en solitario, o en grupos más o menos reducidos.
En su versión de baile grupal, una de las bailarinas actúa como
líder del grupo y con movimientos de las manos, brazos o pies,
cambia el ritmo de todo el grupo que la sigue hasta que mediante
un nuevo movimiento vuelve a cambiar la orientación del grupo,
la dirección o el sentido de los pasos de baile. Los trajes, son
muy vistosos y de inspiración gitana; faldas amplias con varias
capas, tops o choris y adornos de gran tamaño. Son muy
característicos los gorros o tocados que recogen el pelo y lo
adornan cubriendo parte o la totalidad del mismo. Al igual que
en la danza oriental clásica, también pueden utilizarse
elementos como el velo, sable o crótalos que lo hacen más
vistoso. Ahora en día en nuestra realidad, se dice que las
bailarinas árabes tienen que hacer acentuar en su baile el DUN o
DUM, es una forma de saber combinar pasos a través de ritmos ya
sea DUM, TAC, O TACA
Ritmos y estilos folclóricos o representativos
Egipto
Durante el siglo XX, muchas bailarinas egipcias ganaron
popularidad por su aparición en películas de
Hollywood.
- Falahi: propio de muchas zonas rurales de Egipto.
De cadencia suave y oscilante
- Baladi: se baila especialmente en El Cairo. Algo
más sofisticado y sensual que las danzas populares. Es la
danza más clásica y típica, con movimientos sencillos. El
báladi es la denominación de una pieza musical que tiene
como ritmo base un maqsum o un masmoudi. Veamos su
descomposición: dum dum/ tac / dum / tac
- Saïdi: típico del sur de Egipto. Es un estilo
alegre, con melodías pegadizas ritmo dum tac -dum dum -
tac. Es bailado tanto por hombres como por mujeres,
generalmente con un bastón.
- Ghawazee: de la zona del
Alto Nilo, con estilo e influencia de las tribus gitanas.
Originalmente se bailaba en las calles y expresaba la
vitalidad de los gitanos, aunque a veces las mujeres fueron
mal vistas por las autoridades musulmanas.
- Hagallah: en Egipto occidental y este de
Libia. En parejas las mujeres bailan delante de grupos
de chicos que baten palmas. Es típico de las bodas.
- Melaya Laff: propio de El Cairo y
Alejandría. No tiene ninguna base tradicional. Uliliza una
melaya o manto negro que se va desenrollando mostrando el cuerpo.
- Nubio: sur de Egipto y
Sudán. Cantos colectivos acompañan a bailarines
distribuidos según su estado civil.
- Shaabi: en todo Egipto. Estilo actual de la
música popular egipcia. Mezcla lo pop y danza oriental.
- Estilo egipcio (Sharqi clásico o Cabaret moderno):
en los países del mundo árabe y Occidente. Representa el
estereotipo de la danza oriental.
Turquía
La danza árabe turca es caracterizada por su alegría,
energía, sensualidad y estilo atlético.
Líbano
El estilo libanés es complejo y con más influencia
occidental. Es resultado de una mezcla entre el estilo turco con
el egipcio.
- Dabke:
Líbano, Siria, Jordania y Palestina. Es un baile grupal tradicional, caracterizado
por los pisotones que dan los bailarines para avanzar. Se
realiza para celebrar y es considerada como patrimonio
nacional. Usualmente hay un líder que guía al grupo con
pasos improvisados.
- Tunecino: grandes twists de cadera.
Golfo Pérsico
- Khaleegi o Halishi: También realizada en Arabia
Saudí. Consiste en un pequeño constante rebote vertical del
cuerpo, sacudida suave de la mano y movimientos muy marcados
de cabeza y cabello. Las bailarinas llevan una larga
túnica muy suelta que cubre los pies. El cabello va
totalmente suelto y largo, y se realizan movimientos
marcados con él a lo largo del baile.
- Estilo persa: en
Irán. Nos recuerda al
ballet, con las extensiones de brazos y delicados
movimientos de las manos. La cara debe transmitir muchas
emociones.
Norte de África
- Chaábi: en
Marruecos. Movimientos muy exagerados del pecho, centro
de la pelvis y estómago.Como las chikhat que son los
acompañantes de los cantantes y músicos.
- Ouled Naïl: sur de
Argelia. Manos muy agitadas, andando de lado a lado.
Danzas de la ruta de la seda: delicadeza de gestos y pasos.
- Estilo romaní:
Balcanes, Rumanía, Turquía y norte de la India. Se
caracteriza sobre todo por los saltos.
- Malfuf: El ritmo Malfuf se utiliza mucho
como principio o final de las piezas musicales. Su nombre
significa envuelto. Es un ritmo tribal 2/4, rápido y
energético y está presente en las danzas y el folklore de
los
beduinos. Lo escribimos así: DUM/ TAK-TAK
- Maksum: Ritmo de 4/4 cuya lectura es DUM TAC- TAC
DUM- TAC. Por tener numerosas variaciones se le considera
el padre de los ritmos. Está muy difundido por todo el
mundo árabe por lo que es muy habitual encontrarlo en las
pieza musicales de danza oriental. También se le llama
masmudi pequeño o simple y al bailarlo
generalmente, se marcan los dos DUM del principio.
- Drum solo: Las bailarinas tratan de mostrar una
interacción física y emocional con la percusión y con el
percusionista en el caso en el que lo haya. Bailar con
música en directo es más complejo que cuando bailas con
música ya grabada en un disco puesto que no estas segura de
los cambios que puedan hacer los músicos ya que estos pueden
seguir un patrón o no, e improvisar.La bailarina tiene que
estar muy atenta a los cambios que pueda hacer el músico.
- Dabke: El dabke se diferencia según su
región como yabalie (de las montañas), karradie
o watani (tradicional). El dabke es una danza joven
que requiere de energía y fuerza, la cual se realiza en
forma de semicírculo, usualmente entre 6 y 15 bailarines.
- Danza del candelabro: consiste en bailar con un
candelabro encendido en equilibrio sobre la cabeza
Ritmos y estilos folclóricos o representativos
Los movimientos de la danza oriental son muy sensuales,
personales y son diferentes dependiendo de varios factores. El
primero depende de la música. En el caso del
pop, se utilizan movimientos de caderas y vientre, con golpes
secos y cortos así como también la utilización de velo; en el
flamenco árabe destacan los movimientos de piernas y brazos;
en la danza fusión destacan movimientos fluidos de vientre y
caderas; y en la percusión se mueve todo el cuerpo con golpes
secos y fuertes, sobre todo pecho, caderas y vientre.
Otro factor que influye son los objetos con los que se baila,
es decir, no se baila igual con sable o bastón que con velo o
con alas de Isis.
También es influyente la vestimenta. Con las faldas de
sirena, los movimientos son sobre todo de caderas. Debido a la
forma no se utilizan los movimientos de piernas. Con las faldas
anchas o de folclore árabe se mueven piernas, caderas y vientre.
Las bailarinas crean ondas que simulan las dunas del desierto
con estas faldas. Por último los pantalones bombachos permiten
todo tipo de movimientos gracias a su comodidad. Además
dependiendo de la zona se baila de manera distinta. No se baila
igual en Egipto que en Marruecos. Por otro lado, cada bailarina
acaba teniendo su propio estilo, su propia técnica y sus propios
movimientos, ya que esta danza es muy personal.
Los pasos fundamentales de la danza oriental, y a partir de
los cuales podemos enfrentarnos a cualquier coreografía son los
siguientes:
- Péndulo: que es un balanceo suave de caderas de
lado a lado, al que se le puede añadir una caminata.
- Descaderado : es el paso básico por excelencia, y
consiste en mover la cadera de arriba abajo. Una de sus
variantes más resultonas es la pierna bonita,
movimiento típico libanés, que alterna subidas y patadas. Si
lo haces caminando se convierte en paso-punta.
- Paso de Marfu: consiste en girar rápida y
alternativamente los lados de las caderas hacia delante y
hacia atrás.
- Paso griego: Combina el péndulo con caminata y el
twist.
- Paso a tres o “chassée”: deslizar el pie derecho
arrastrando el izquierdo que está en punta, hasta el talón
del pie derecho, que inmediatamente se adelantará. Luego se
repite con la parte contraria.
- Desplazamientos laterales de cadera. Utilizando
los músculos de la cintura, la pelvis y las rodillas.
- Círculos agrandes de cadera, con la cadera, torso
y piernas
- Círculo africano: contrayendo los músculos del
vientre y el glúteo trazamos un círculo.
- Maya horizontales y verticales, dibujados con las
caderas.
- Otros infinitos, con los hombros, la cabeza,...
- Desplazamientos laterales de pecho, moviéndolo de
lado a lado dibujando una línea horizontal.
- Diamante y círculo de pecho.
- Camello con el pecho, desplazándolo hacia delante
y hacia atrás hasta trazar un círculo vertical. También lo
podemos hacer con las caderas mientras mantenemos fijo el
pecho.
- Twist de hombros.
- Círculos horizontales con los hombros.
- Desplazamientos laterales de cabeza.
- Movimientos con los brazos: variaciones en las
poses, círculos con las muñecas, manos y brazos de serpiente
trabajando hombros, codo, antebrazos y mano…
- Contracamello: ondulación del cuerpo de la parte
de debajo de las costillas.
- Onda del ombligo con los músculos del
diafragma y del bajo vientre.
- Shimmy: movimientos muy rápidos y constantes que
siguen el ritmo de la música, se pueden hacer con las
caderas, las rodillas y los hombros, que cuando es
extremadamente veloz se puede convertir en una vibración.
- Vueltas, muy vistosas y combinables con todos los
pasos anteriores.
Atuendo
El atuendo con el que se suele asociar este baile se llama
bedlah en árabe, que significa uniforme, y lo adoptaron los
bailarines de Egipto en la década de 1930, desde donde se
extendió a otros países de la zona. Su creación se debe al
Vaudeville con sus representaciones fantasiosas del harén, al
género burlesco y a Hollywood a finales del siglo pasado, más
que al verdadero atuendo tradicional del Oriente Medio. Consiste
principalmente en un top o sujetador ajustado (normalmente
adornado con cuentas o monedas), un cinturón ajustado a la
cadera (también con monedas o cuentas) y pantalones y/o faldas
tipo harén, que pueden ser lisas, a capas, etc.
Asimismo se ha extendido el uso de otros elementos, como el
velo, para enmarcar los movimientos. Las bailarinas egipcias
normalmente lo utilizan únicamente al comienzo del baile,
mientras que en Occidente puede usarse durante toda la
representación. Al cinturón que utilizan las bailarinas se le
conoce como caderin, su nombre se debe a que se utiliza
en la cadera y se distingue en que está lleno de monedas y
cuando se baila con ese cinturón hace un sonido muy peculiar
para llevar el compás de la música.
El atuendo original de las bailarinas egipcias consistía en
una especie de faja alrededor de la cintura, una falda de
lino o algodón muy sencilla, y los senos al aire. Las
bailarinas se tatuaban imágenes de la diosa de la sexualidad,
tanto en los muslos como en los brazos
La salud y la danza oriental
Los beneficios de la danza oriental son tanto físicos como
mentales. El baile es un buen ejercicio cardiovascular, ayuda a
mejorar tanto la flexibilidad como la fuerza. A su vez trabaja
directamente sobre los centros de energía corporales, eliminando
tensiones y armonizando la energía; para las mujeres
embarazadas, es un excelente ejercicio para preparar el vientre
antes del parto y luego de este, ayuda a recuperar el área del
abdomen; estimula la femineidad.
Se centra principalmente en los músculos del torso, si bien
también mejora la fuerza en las piernas. Muchos estilos de baile
hacen hincapié en trabajar de forma aislada los músculos,
enseñando a mover varios músculos o grupos musculares de forma
independiente. Los movimientos que incorporan el velo fortalecen
igualmente los brazos, los hombros y el tronco superior en
general, mientras que los crótalos aumentan la fuerza de los
dedos, trabajándolos uno a uno. La danza oriental es apropiada
para todas las edades y para personas de cualquier constitución,
siendo el bailarín quien controla el nivel de exigencia física.
Para muchos de sus defensores es beneficiosa para la mente, ya
que fomenta la autoestima, mejora el grado de bienestar de
quienes disfrutan practicándola regularmente.
Algunos médicos la recomiendan a sus pacientes para
recuperarse del parto, así como preparación para el mismo, ya
que los movimientos fortalecen y aportan tono muscular a la zona
pélvica.
La danza del vientre es una de las formas de danza más
antigua. Además de su realización en las ceremonias religiosas,
también formaba parte de los ejercicios de preparación al parto,
por lo que la convierte en una de las formas más antiguas de
instrucción para que dar a luz fuera menos doloroso y más
satisfactorio. Incluso se dice que en el momento del parto,
algunas mujeres de la tribu rodeaban a la parturienta mientras
realizaban la danza del vientre, para que ésta hiciera los
mismos movimientos como acto reflejo, reduciendo así el dolor de
las contracciones.
Hay vídeos sobre el parto natural donde se puede presenciar
la mujer dando a luz de pie, bailando y dejándose llevar por la
música y el ritmo natural de sus contracciones, moviendo
suavemente la cadera mientras su bebé se abre camino por el
canal del parto.
Algunos beneficios adicionales
Psíquicos y emocionales
Si nos abocamos específicamente a la finalidad de la danza
oriental, debemos retrotraernos a la prehistoria y señalar que
el objetivo de este baile es hallar la armonía entre el cuerpo y
el espíritu, y el medio es la contracción y relajación muscular
en la parte inferior del tronco mediante movimientos circulares,
a diferencia de otros que suelen centrarse en los músculos de
las extremidades. El entrenamiento de la danza del vientre
repercute en otras partes del cuerpo, fortaleciendo los músculos
del abdomen, la parte inferior de la espalda y en particular la
pelvis. Este último punto deja entrever la sabiduría de nuestros
antepasados, dado que el movimiento circular de los músculos del
abdomen implica una presión interior sumamente útil para el
procesado de desechos en el cuerpo humano. Además, la danza
tiene una doble función, por una parte nos invade de endorfinas
el cerebro y aumenta la dopamina, por lo que obtenemos más
relajación natural, y por otra nos hace vencer la inercia de
permanecer sin hacer nada.
Por otro lado, la danza coordina los músculos y los nervios
con la mente. Cuando el oído capta la música, tranquiliza, el
cuerpo se manifiesta y se fusiona con la melodía o el ritmo
desencadena en una sensación sumamente placentera que podríamos
llamar felicidad. De hecho, la medicina utiliza actualmente la
danza y la música como terapia; y a pesar de que la danza no es
capaz de curar muchas enfermedades psicológicas o psiquiátricas,
contribuye a curar la
depresión, el nerviosismo y la
neurosis, patologías corrientes en nuestros tiempos. Ahora
bien, volviendo específicamente a la danza oriental, debemos
decir si vemos a una bailarina talentosa, notaremos que en esta
danza el sonido parece brotar del propio cuerpo, sea una música
melodiosa o un ritmo rápido a base de tambores, así, podemos
enumerar algunos de los beneficios emocionales de practicar la
danza del vientre:
- Desbloqueos. Provoca el desbloqueo físico,
psíquico y mental que induce a generar cambios de actitudes
y a sentir más seguridad ante la vida.
- Expresión de emociones. Se trabaja con estados
anímicos tales como la tristeza, la alegría, la picardía, la
dulzura, que se reflejan en el cuerpo, es una danza que es
capaz de traducir lo qué sucede en el interior de la
bailarina, encontrando en esta forma de manifestación un
gran alivio, tranquilidad y armonía.
- Fomenta la creatividad. Es una danza que valora
la capacidad de improvisación, de creación de la intérprete,
de la expresión de sentimientos, es un medio para contar
una historia, valora la espontaneidad, cosa que no
sucede en todas las danzas, y mucho menos en la vida social.
- Ayuda a recuperar la confianza en uno y a vencer
viejos miedos. A lo largo de la vida, podemos construir
ideas negativas acerca de nosotros o de nuestro cuerpo,
generando complejos e inseguridades. Esta danza contribuye a
desacartonar nuestro comportamiento, a movernos de manera
más natural y sencilla.
- Realza la feminidad. Ayuda a conectarse con la
esencia de lo femenino, y pudiendo a la vez explotar ese
poder de
seducción, venciendo prejuicios impuestos por la
sociedad. El erotismo sólo se encuentra en la mirada del que
observa.
- Ayuda a mejorar la comunicación. El bailar con
otros, ya sea en danzas grupales improvisadas, o mismo el
sólo hecho de compartir un espacio donde utilicemos este
lenguaje corporal, hace que nos desinhibamos y creemos lazos
con nuestros compañeros, muy diferentes a los que se crean
fuera de ese ámbito.
Beneficios físicos
- Rigidez. Gracias al trabajo por separado de cada
parte del cuerpo como cadera, caja torácica, pecho, hombros,
cabeza, etc, permite el desbloqueo, la fluidez y la
coordinación; y la eliminación de los conocidos nudos de
tensión que se forman ya sea por estrés, cansancio físico, o
la carencia de ejercitación de ciertos músculos.
- Mejor
circulación. Al ejercitar los músculos, éstos
necesitan más oxígeno, y el sistema circulatorio trabaja
para dárselo, así que el corazón late más rápido, haciendo
que la sangre fluya con más intensidad limpiando las células
de toxinas y que el metabolismo trabaje a un nivel de
regeneración adecuado.
- Reducción de la
presión sanguínea.
- Dolores menstruales y
aparato digestivo. Se ha comprobado que los dolores
amainan gracias a los movimientos pélvicos que masajean la
zona haciendo que trabaje mejor internamente, sin necesidad
de recurrir a la química. Sabemos también que dichos
movimientos ondulatorios, favorecen la eliminación de
desechos, dado que ayudan al funcionamiento del aparato
digestivo.
- Vicios posturales. Hoy en día, debido a ciertos
trabajos, tendemos a distraer la postura adecuada creando a
la larga problemas serios y con consecuentes dolores. La
postura que se mantiene en esta danza elimina los malos
hábitos y proporciona mayor flexibilidad en la espalda ya
que busca el eje y el equilibrio de una forma relajada y
natural.
- Evita la artrosis. Armoniza la función de los músculos
con los cartílagos y las articulaciones. El ejercicio
estimula a estas bisagras del cuerpo a hacerlas móviles y
las alimenta con las lubricaciones naturales del organismo.
El llevar una vida sedentaria provoca la pérdida de este
proceso natural y la consecuente pérdida de la elasticidad.
La danza del vientre estimula el movimiento fluido por el
cuerpo, cosa que otras danzas no logran.
- Quema
calorías. De acuerdo con diversos estudios, la danza
quema entre 250-300 calorías por hora.
- Por último, señalaremos que los antiguos egipcios
tomaron al baile como un deporte, volviendo sus
cuerpos más resistentes, superando en muchos casos la
esperanza de vida a la de los egipcios contemporáneos.
La danza oriental y la pérdida de peso
Aparte de ser una manifestación artística, la danza oriental se
ha adaptado como programa de ejercicio. Al tratarse de un
entrenamiento cardiovascular completo y fortalecer los músculos
abdominales, está ganando popularidad entre hombres y mujeres
que desean perder peso, ganar flexibilidad y firmeza y perder
barriga de forma rápida. Una sesión intensa de sesenta minutos
puede quemar alrededor de 330 calorías. Además mejora mucho la
postura. Es una disciplina que no tiene límite de edad ni
contextura física.
La danza del vientre en la cultura popular
Numerosos vídeos musicales han recurrido a coreografías
inspiradas en la danza oriental. Artistas como Dalida, Hilary
Duff, Aaliyah, Beyoncé, Rihanna, Nelly Furtado y Jessica Simpson
la han incluido en algunos de sus videoclips, así como Sarah
Brightman en su álbum Harem, si bien es con la artista
colombiana de ascendencia libanesa Shakira con quien más suele
asociarse.
Enfoque profesional de la danza del vientre
En España
Si bien, actualmente, no existe una regulación institucional
de la danza del vientre en España, sí cabe mencionar, en esta
dirección, algunos potentes esfuerzos por tratar de darle forma,
rigurosidad y contenido a la carrera profesional de danza
oriental.
En Madrid y Tenerife encontramos el caso de Celina, cuya
formación de bailarinas profesionales, regular o intensiva, con
contenido teórico y práctico, atiende los ritmos árabes, con
exámenes anuales, teniendo una duración de 4 años más un año de
especialización como 'Profesora de danza oriental'.
En cuanto al desarrollo como 'Escuela de danza del vientre',
podemos destacar la 'Escuela de Danza oriental de Cristina
Samaniego' en Almería, pues aunque abundan las clases de danza
del vientre en academias, escuelas de danza, incluso gimnasios,
encontramos escasos casos, a lo largo del estado español, de
centros especializados troncalmente en danza del vientre, aunque
también se toquen otras ramas de la danza en general, siendo su
actividad principal y enfoque central la danza oriental, desde
el nivel infantil al profesional, como es el caso mencionado.